martes, 1 de diciembre de 2009

escribiendo el gran final




Lentes oscuros, muy oscuros, para ocultar ojos bañados en lágrimas negras. Mirada inerte, sin destino, sin propósitos, muerta… Corazón y puños apretados, los grandes contenedores de ira, de dolor, de misterio , mentalmente desequilibrado, pero a pesar del negro destino, logro conectarme para escribir el final de una historia que intente descifrar y jamás encontrar respuesta alguna a plegarias absurdas que pedí a gritos a oídos sordos que creí amigos, compañeros y hermanos… A veces con gran dolor hay que dejar ir hacia los infiernos lo que alguna vez se presento ante mis ojos como algo muy hermoso.






No hay comentarios:

Publicar un comentario